QUITO MILENARIO

A TODOS LOS QUE ELEGIMOS VIVIR EN ESTE LUGAR MÁGICO Y EN ESTA ÉPOCA DE CAMBIO. EN ESTE BLOC DEJO LA INFORMACIÓN QUE ME SIRVE PARA ENTENDER EL ESPÍRITU DE LOS MUNDOS Y COSAS QUE ME LLEVAN A CREAR LOS MITOS, LEYENDAS, CUENTOS, RELATOS Y POEMAS. ESPERO LES SEA ÚTIL .

NO HAY QUE SER UN SOL PARA ALUMBRAR , HAY QUE SER UNA LUZ QUE BRILLE ALLÍ EN DONDE ESTE.
BETO CHAVEZ

martes, 2 de agosto de 2011

MITO .- HIJOS DE CA IN. RELACIÓN MITO HEBREO - MITO GRIEGO

Prometeo-Lucifer-Caín y Epimeteo-Abel
Prometeo robó a Zeus el Fuego divino para permitir que los hombres procedieran de un modo consciente en la senda de la evolución espiritual, transformando así el más perfecto de los animales de la tierra en un dios potencial y haciéndole libre de "tomar por la violencia el reino de los cielos". (véase la leyenda y el mito prometéico en nuestro artículo sobre "Hércules en Capricornio, El mito de Prometeo y Cerbero" en el anterior número 7 de este Revista). El Prometeo que sustrae el fuego (la luz de la consciencia) del Rey del Olimpo, para entregárselo a los hombres para que éstos adquirieran un alma principio de la autoconciencia y dejasen de ser un rebaño de mansos semianimales provistos solo de alma grupal, no es sino una lectura mítica y metafórica de la encarnación en los hombres de los Aginsvattas luciféricos, y concretamente en los que serían los descendientes de Caín, desveladores de la divinidad oculta por medio de la llamada Inicación Luciférica.
De ahí la maldición que Zeus (Júpiter para unos, para otros el mismo Jehová y los Elohim o dioses opuestos a la autoconciencia inicial en el hombre)) lanzó contra el "rebelde" titán Prometeo. Encadenado a una roca, Zeus lo castigó enviándole un buitre que sin cesar le iba devorando las entrañas (alegoría de los apetitos y concupiscencias del cuerpo astral), hasta que el iniciado Hércules, al fin, le libró de tan cruel suplicio.

Por eso Prometeo no es sino un dios verdaderamente filántropo y gran bienhechor de la humanidad, a la cual elevó hasta el intelecto y la civilización, y a la que inició en el conocimiento de todas las artes; es el aspecto divino del Manas que tiende hacia el Buddhi y se funde con él.

Prometeo, cuyo nombre significa "previsor", o "el que piensa y ve por adelantado", o "el que ve el porvenir", es una figura acerca de la cual Steiner se refiere como el Lucifer Griego, por la intrínseca similitud de sus simbolismos metafóricos. Prometeo despertó la consciencia en los humanos, lo cual representaba un peligro a los ojos de Zeus (o Jehová), por lo que Zeus encadenó a Prometeo en las montañas del Cáucaso. Pero Prometeo era paciente porque él conocía un secreto que no era conocido por Zeus. En el futuro Zeus yacería con una mujer mortal, Io, la cual dará a luz a un hijo que comenzará una linea de descendencia que conducirá al nacimiento de Hércules o Heracles, que significa "aquel que es llamado por Hera". Este gran héroe, a quien Steiner señala como presagio del Cristo Jesús, crecerá hasta suceder a Zeus en su posición de autoridad como Legislador de los cielos. Hércules matará al buitre que se está comiendo el hígado de Prometeo, liberando entonces al gran Lucifer Griego.

Los Seres Luciféricos pertenecen al 2º Coro de jerarquías creadoras o angélicas, (para los hindúes son los Espíritus del Fuego o Agnisvattas, los Manasaputras o Hijos de la Mente Divina), por debajo de los Ahrimánicos (Dynamis o Espíritus del Movimiento), y fueron los generadores de los Angeles lunares del 3º Coro. A un nivel personal e individual Lucifer es la primera de las Entidades suprasensibles internas con la que debemos de ejercer nuestra misión de regeneración. Su pecado histórico fue que, a diferencia del resto de las Jerarquías Creadoras normales, anhelaba disfrutar de autoconciencia desde un centro propio, con su propia mirada y su propia comprensión, y por ello encarnó separándose de la consciencia compartida de las restantes órdenes de seres jerárquicos, en una mente singularizada, prerrogativa ("el fuego de los dioses") que antes que él solo manejaban los Elohim (los Espíritus de la Forma o Potestades).
Si el principal hallazgo científico de todos los tiempos ha sido el fuego, y, decía Steiner, la Quinta Raza Raíz está regida por el Signo del Fuego, Prometeo es su máximo representante, ya que aportó a la humanidad el Fohat o Fuego del Espíritu o Pensamiento Cósmico, la energía de Brama, creador del mundo. Si Prometeo significa "El que piensa las cosas a priori, con anticipación", el nombre de su hermano Epimeteo significa "El que piensa las cosas a posteriori, después de sucedidas", y el hombre de la Quinta Raza tiene un tipo de pensamiento "Kama manásico" (consciencia intelectual), que consiste en dejar que el mundo trabaje sobre uno mismo y pensar en ello después. Sin embargo fue Prometeo el precursor de lo que debiera de ser el pensamiento anticipativo y creador, el pensamiento "Manas" de los conceptos espirituales que debiera de caracterizar a esta Quinta Raza.

Afirmaba Steiner que hay dos clases de seres humanos: aquellos que se conforman y adhieren a las cosas tal y como las reciben del mundo que encuentran, y aquellos que crean una nueva vida a partir de lo inanimado. Los Hijos del Fuego, los Luciferes Prometéicos, y sus descendientes Cainitas, que ansían obtener el desarrollo espiritual por sus propias fuerzas y con plena consciencia, aunque ello conlleve peligros, para aportar al mundo la Sabiduría, la Belleza y la Bondad. Y los que, como Epimeteo, asumen el estado del mundo receptivamente, dejan transcurrir la vida y obedecen religiosamente y conservan el status quo: son los Abelitas, hijos de la sabiduría lunar de Jehová.

En la Leyenda de Prometeo el buitre (la astralidad, los deseos del cuerpo astral) le devora el hígado (las fuerzas de la Quinta Epoca, las fuerzas vitales y etéricas del género humano) y de esta manera el hombre (encadenando como Prometeo a la materia pétrea) tiene que pagar por su afinidad con el Prometeo-Lucifer del mito, y es obligado a convertirse en maestro de su propia naturaleza interna para no continuar encadenado al mundo. Prometeo es el iniciado arquetípico de la Quinta Epoca, el primer gran iniciado de la humanidad, que debe de tomar sobre sí mismo la totalidad del sufrimiento de la vida, y como él los iniciados de la Quinta Epoca aportan alivio a la humanidad encadenada en sus ataduras.

El hombre ha de pagar, y Zeus-Jehová está celoso de él, porque la humanidad más tarde producirá sus propios iniciados que asumirán el liderazgo de la Sexta Epoca.
Prometeo permaneció encadenado en un cuerpo físico, en donde las energías etéricas (el cuerpo etérico), representadas por el hígado, eran consumidas por el buitre de las pasiones (el cuerpo astral), hasta que 30 años después el Iniciado Hercules mata al buitre de las pasiones, y con la muerte del centauro Quirón (el hombre de Jehová, medio hombre espiritual medio animal), se posibilita la liberación de Prometeo y que vuelva al Olimpo de los Dioses. El centauro deja su lugar al hombre verdaderamente humano según la imagen diseñada por Cristo. Y así Jehová pierde su poder omnímodo sobre la Humanidad, y la Ley Bíblica debe de ceder su lugar al mensaje evangélico destinado a una humanidad libre.
La Iniciación, a ejemplo del Prometeo Luciférico y Cainita, implica el descenso a los infiernos subterráneos del instinto (la llamada Octava Esfera, el Hades astral) para ganarse el derecho a la libertad real y volver a ascender como individuo autónomo no dependiente, dotado ya de la fuerza hercúlea del poder-sabiduría de Prometeo/Lucifer, para entregar a la humanidad su consciencia suprasensible acrecentada y plenamente despierta, y en definitiva para ayudar a todos los hombres a alcanzar su naturaleza dévica (como 10ª Jerarquía de Seres de Amor y Luz), de acuerdo con el Plan Crístico.

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